Desahogo

Lo había pensado, pero no. No voy a referirme a la canción de Roberto Carlos, "Desahogo". Una hermosa canción en la que se descarga una serie de frustraciones por el amor desmedido a una mujer, a la que se le aguanta todo porque es mejor que perderla.

Este es otro tipo de dasahogo. El tomar tu computadora y escribir y escribir lo que te sale del cerebro, de tus problemas, de tus conflictos, de tus choques ideológicos y filosóficos, de las injusticias que ves o escuchas, de las inequidades y desniveles socio-económicos que te rodean. Cuánto quisieras hacer, pero.... no puedes.

Qué te queda? Expresarlo, decirlo, gritarlo; descargar tu rabia e impotencia sobre el teclado, a ratos febrilmente, a ratos con una cierta calma, a ratos con todo el deseo de tener frente a tí al (o los) causante (s) de tu ira y poder descargarle una soberana trompada en pleno centro del rostro.

Esa es la razón por la que decidí abrirme un Blog. Lo sé y lo entiendo perfectamente que tener un Blog no me convierte en Bloguero. Para ello se requiere una preparación ligada a la literatura, al periodismo, de lo que yo estoy muy lejos. Mis estudios y en lo que estoy mejor preparado son en Administración de Empresas, y como segunda carrera, el Teatro, el Arte Dramático. Así que... Bloguero, no soy. Tengo un Blog y emocionalmente me es de mucha utilidad.

Lo único que tiene un valor indiscutible en lo que escribo es la honestidad, la sinceridad con la que me expreso. Nada postizo, nada fingido, nada irreal. Nunca para rendirle pleitesía a nadie. Nunca para denigrar a nadie. Si hay que decir lo bueno de alguien, lo digo; si hay que denunciar lo malo de alguien, lo hago. Pero nunca inventando méritos o deméritos. Sólo la verdad y porque lo he comprobado.

Pues bien, aquí hoy, mi primer "desahogo". Tenía que decirlo. Pero no todos serán desahogos; muchas veces escribiré sobre temas para los que estoy preparado, en los que tenga conocimientos que puedan ayudar a otros en determinados campos, como el Teatro, por ejemplo. O casos de administración. Y no pocos de aspectos sociológicos.

Su Ivan de siempre.