Mi madre, "doña Mery", como le decía la mayoría de sus conocidos, "Herme", como la llamaban sus hermanos. Para mí, "mamá", simplemente.
Hoy estuviera festejando su 129 cumpleaños, pero se marchó a volar por el Infinito un 22 de enero de 2008, justo dos meses antes de cumplir sus 94 años.
Mi madre. Una doña de temperamento fuerte, hija de campesinos de la Provincia de Los Rios, de Vinces, concretamente, donde muchos años antes, todavía en el Siglo XIX, se conocieron Octavio Macías De la Serna Gómez, quien había llegado junto a sus padres y un hermano procedentes de España, atraídos por la"pepa de oro", el cacao, y Petita Ramírez Olvera, vinceña de pura cepa. Octavio se instaló en Vinces, a trabajar en el cacao; sus padres y hermano se quedaron a vivir en Manabí. Así que Octavio, aparte de la pepa de oro, se encontró con ese tesoro que fue Petita. Se enamoraron, se casaron, y tuvieron muchos hijos, entre elllos doña Mery, que vino al mundo el 22 de marzo de 1914.
En aquellos tiempos las cosas ocurrían de un modo diferente a la actualidad: por ejemplo, cuando mi abuelo fué a inscribir a su primer hijo a la tenencia política con el nombre de Fulano Macías De la Serna Ramírez, le dijeron que era imposible, que nadie podía tener tres apellidos, así que quedaban como Macías Ramírez y punto. ¡Ah, aquellos tiempos! A los Macías etc les mocharon el apellido.
El caso de mi madre, cuando fueron a bautizarla, le dijeron al párroco que se llamaría Hermelinda Deogracia. Este, indignado, les reprochó que cómo sabían que venía "con la gracia de dios", y que se llamaría Maria Hermelinda, simplemente. Y así fué.
Mi vieja. No la disfruté en mi infancia, pues me enviaron a vivir en Quito. Tampoco su ancianidad, pues me marché a los Estados Unidos, donde me tocó llorar su partida sin poder viajar a estar a su lado, por diferentes motivos, particularmente el económico.
Mi madre. Sé que estás mejor que en este mundo de maldad y dolor. Algún momento nos encontraremos, y entonces vamos a charlar de tantas cosas que no nos dijimos acá. Y reiremos.
New York, marzo 22, 2023
Leonardo
