De Festivales

En diferentes lugares vemos que se organizan festivales de diferente índole, sean éstos de teatro, danza, música, cine, folklore, etc., sin que se demuestre tener la capacidad organizativa para el efecto, lo que implica varios factores que analizaremos.

Me referiré específicamente al Teatro.

En mi larga vida dentro y/o fuera del teatro, he visto y participado en muchos festivales, nacionales e internacionales, habiendo constatado que contaban con solvencia económica, infraestructura, equipo técnico, relacionistas públicos, guías, acompañantes, facilitadores de las diferentes actividades y necesidades de los participantes (alojamiento, alimentación, movilización, locales para ensayos, etc.), aparte de un equipo humano capacitado para la organización, programación, difusión y solución de imponderables de último momento.

Por supuesto, previo a todo, se habrán cursado las invitaciones a los participantes, si el Festival es por invitación; o si es por solicitud de inscripción para participar, se habrá realizado una rigurosa selección, con la finalidad de precautelar la calidad y el prestigio del Festival. Por supuesto, en cualquier caso, se habrán elaborado BASES muy claras y precisas, las que se harán conocer con anterioridad a los futuros participantes, de modo que no se produzcan "sorpresas" para nadie.

Deberá quedar perfectamente claro qué ofrece el Festival: Pasajes de ida y vuelta? (cuando los participantes son de fuera de la sede, nacional o internacionalmente). Alojamiento? Alimentación? Movilización? Técnicos? Alguna clase de premios? Pago por presentación? Mientras más claras las condiciones, mejor desarrollo tendrá el Festival: organizadores y participantes sabrán exactamente a qué atenerse.  

Como se ve, organizar un festival no es cualquier cosa. No es cuestión de "vamos a ver qué resulta", ni de demostrar que "si yo quiero, lo hago". Un verdadero festival sólo puede ser organizado por una institución muy solvente como una municipalidad, una universidad, una institución cultural, un gremio artístico organizado, etc., porque solo así podrá cumplir con todas las obligaciones adquiridas.

Lo otro, lo que se hace a base de "voluntad" y "sacrificio", no es un verdadero festival. Primero, porque no hay una auténtica SELECCION de participantes, cayendo fácilmente en la mediocridad. Segundo, porque nadie se responsabiliza por la suerte de los participantes. Tercero, porque da paso a la formación de "compañías golondrina" que se juntan sólo para participar y luego de esfuman. Y Cuarto, porque se irrespeta al público, al Teatro, a los Artistas verdaderos.

"Vamos (o voy) a organizar un festival de teatro" ...... Aconsejable: piénsalo o piénsenlo muy seriamente: qué quieres o quieren hacer? Cualquier cosa porque sí? Mejor organícense para tener un muy buen grupo de teatro, con gran preparación técnica, escogiendo obras de mucha calidad y contenido, de modo que ofrezcan al público espectáculos de categoría, lo que hará crecer su asistencia a las obras programadas.

Lo contrario es lo que pasa hoy: cada día menos público porque lo que se ofrece es un baratillo teatral. Y quienes van lo hacen por compromiso, por "apoyar" al amigo, por cumplir para que "cuando yo presente algo vengan también".

Durante los años vividos en Nueva York, creo que lo más parecido a un festival era lo que organizaba el Comisionado Dominicano de Cultura: tenía un nombre institucional, algún poder económico, sala propia, personal para cumplir diferentes tareas. Falló por haber caído en el compadrazgo, en sacrificar calidad por tiempo, en permitir la participación de "todo el mundo" sin importar un comino la calidad, en favorecer a quienes les interesaban, y en exagerar las "nominaciones" hasta ONCE O MAS por categoría para complacer a todos! Vaya "ternas"!

Ya no existe. Sus razones tendrán.

Bueno, pensarán un poquito en lo de los "festivales". De mi parte, por sí acaso, no me interesa lo más mínimo ser invitado a ser parte de alguna organización. Retirado estoy para felicidad de algunos y para mi tranquilidad y paz interior. Lo que sí me revuelve y duele es ver lo que le están haciendo al Teatro: matarlo!

IVAN