Es así como ha transcurrido la Historia de nuestra América Latina. Todos los líderes populares han sufrido toda clase de ataques injuriosos, calumniosos, de absoluta falsedad, con el fin de que los pueblos los rechacen y se hagan al lado de sus opresores.
Y la gente llana, ingenua, ha caído en las garras de sus verdaderos enemigos aliándose a ellos. Otros porque fueron comprados con dinero o falsas promesas (que jamás han cumplido), volviéndose traidores a sus iguales, arrastrándolos hacia su propia destrucción. Casos así abundan en las páginas de la Historia, destacando el más reciente ejemplo de Ecuador con Lenin Moreno, quien triunfó en las elecciones de 2017 en base a un Programa de Gobierno estructurado para continuar el proceso de la Revolución Ciudadana iniciada por Rafael Correa. No llegó a una semana en el cargo, cuando empezó a gobernar con el programa de la derecha, del neoliberalismo, al que se había vendido miserablemente. Pasó a ser un títere manejado por Guillermo Lasso, inició una feroz persecución política contra Correa y toda la gente de su entorno, utilizando la politización de la justicia bajo las más protervas calumnias de "saqueo", "enriquecimiento ilícito", "obras con sobreprecio", "endeudamiento excesivo" y haberse robado más de 70.000 millones de dólares!
Por supuesto que jamás han podido comprobar tales acusaciones, pero eso no ha sido razón para no sentenciarlos "por la fuerza de las circunstancias" y hasta por "influjo síquico"!
Y en las últimas elecciones de 2021 ha ganado Guillermo Lasso en 2a vuelta con el 52% de los votos contra el 48% del joven economista Andrés Aráuz en representación del Progresismo, quien triunfó rotundamente en 1ra vuelta con más del 30% de los votos contra el 19% de Lasso y otro tanto del "representante" del indigenismo Carlos Pérez. Luego de una supuesta "batalla" por el segundo lugar, pactaron CONTRA LA IZQUIERDA, y se unieron todos para conseguir ese 52%, mientras Aráuz lograba el 48%.
El movimiento indígena ecuatoriano se ha caracterizado como una fuerza de izquierda, históricamente, pero la mayoría se dejó convencer por sus "dirigentes" de votar "nulo", restándole posibilidades a Aráuz. Una vez más se impone la traición, la mentira, la calumnia y la diatriba.
A nivel internacional están pasando cosas interesantes. Un resurgir de la izquierda en nuestros países, el triunfo inobjetable en Chile del Progresismo destinado a crear una nueva Constitución eliminando la oprobiosa que dejó el genocida Pinochet. Las luchas en Colombia por justicia social y denuncias contra el gobierno neoliberal de Duque, títere de Uribe, de genocidio y violación de los derechos humanos del pueblo. En Perú se impone en segunda vuelta el izquierdista profesor rural Pedro Castillo sobre la ultraderechista Keiko Fujimori, a pesar de toda una monstruosa campaña contra él por la prensa corrupta y toda la derecha, acusándolo inclusive de ser "terrorista" y estar al mando de Sendero Luminoso.
Y por ahí se escuchan o leen voces de gente absolutamente desinformada, por decir lo menos, que sacan la manoseada mención de Nicolás Maduro como el hombre que está matando de hambre a su pueblo y que es quien organiza y apoya con millones de dólares a los pueblos organizados en lucha por sus derechos. Tal parece que Maduro en un superpoderoso líder capaz de dominar el mundo! Pero aquellos que atacan a Maduro no dicen nada sobre el bloqueo que soporta ese gran pueblo, que lo mantiene aislado e impedido de usar sus propios recursos, que le impiden el ingreso de medicina y alimentos, que le tienen bloqueados miles de millones de dólares en bancos del exterior, lo que imposibilita cualquier intento de desarrollo a favor de su pueblo. A pesar de todo, Venezuela va saliendo como puede; ya hay alimentos y medicina, y es uno de los pocos países que está logrando salir de la pandemia del Covid-19.
A los que se atreven a hablar sin ninguna base, qué tal si dejan de dar palos de ciego?
New York, Junio 9 de 2021
Emilio.
