La Municipalidad de Nueva York ha iniciado el desmantelamiento de las covachas levantadas por los dueños de los restaurantes de la Ciudad, autorizadas inicialmente por la pandemia del Covid-19.
La idea original fue concebida para evitar el contagio entre los clientes DENTRO DEL RESTAURANTE! Supuestamente no había una buena ventilación (?) y la gente estaría muy encerrada y vulnerable a contraer el terrible virus.
Entonces los muy precavidos propietarios volaron a construír unos mamotretos frente a sus restaurantes, unos sobre la acera, otros en la mismísima calle. Los unos dificultando el paso de los peatones, y los otros quitando espacio al de por sí difícil parqueo en la Ciudad.
Las "maravillas" eran, en su gran mayoría, unos cajones de madera de no más de 2 metros de alto, cuyas "ventanas" estaban cubiertas de plástico transparente, encerrando el calor y, por supuesto, el virus!
Cómo alguien medianamente pensante podía creer que en esos reducidos espacios insalubres, se estaría más seguro que en el interior del restaurante?
Y la Ciudad se vió cada día más fea con la proliferación de los "restaurantes al aire libre", cada vez peores e impresentables. No puedo generalizar: hay muchas construcciones bonitas, cómodas, bien presentadas y que cumplen con el objetivo para el que fueron creadas, pero son la minoría, lastimosamente.
Nueva York tiene barrios apropiados para instalar mesas al aire libre, al estilo de muchas ciudades europeas, Paris, por ejemplo. Pero no toda nuestra ciudad posee estas cualidades; no está diseñada para ello. El incesante traginar de millones de neoyorquinos, el tremendo tráfico, los comerciantes informales que, también, proliferan cada día, hacen imposible esta hermosa actividad restaurativa.
Menos mal que ante múltiples quejas y demandas de la ciudadanía que ha acudido incluso a las Cortes, se ha tomado la inteligente decisión de reprogramar esta actividad, clausurando o destruyendo los mamotretos que no sirven para nada y que se han convertido muchos de ellos en refugio de "homeless", en fumaderos de marihuana, en retretes públicos, sucios y mal olientes, y en el mejor de los casos, en bodegas del restaurante.
Así mismo se concederán nuevos permisos de funcionamiento a los que estén bien construídos, que cumplan una buena función, limpios y muy higiénicos, y que mejoren la imagen del sector.
Felicitaciones a los promotores de las demandas, y la gratitud al Alcalde de Nueva York por su decisión que favorece a la Ciudad.
New York, Agosto 22, 2022
Ivan.
