martes, 14 de junio de 2022

HISTORIA DE UN COCHE ROBADO


Erase que era una vez... no, así no, porque este no es un cuento de hadas: es la triste historia de cómo un lindo automóvil marca Chevrolet, Modelo Corsa, Año 1987, color Verde Selva, pasó de mis manos a las de quién sabe quién.


Imagen ilustrativa: este carro es un modelo SIMILAR al referido.

Todo ocurrió durante la oscura y terrible crisis económica acaecida en Ecuador entre 1999 y 2000. Feriado bancario, congelación de depósitos, dolarización, pago de los chulqueros al 50% y hasta menos de los famosos "CDs", los que el Estado luego les reconoció al 100% de su valor nominal, produciendo una vergonzosa "utilidad" de varias decenas de millones de dólares a los banqueros (o a EL?).

En semejante crisis, tuve que vender una camioneta que utilizaba en el trabajo, pues mi negocio ya había quebrado y la situación empezaba a volverse asfixiante. Con el paso de los meses la situación ya fué insostenible y tuve que poner en renta mi Corsa (que aún estaba pagando su crédito bancario); apareció una interesada que tenía un "Rent a Car" en el aeropuerto de Guayaquil, cerramos trato, y se lo renté. Tiempo después me propuso que se lo vendiera, a lo que respondí que no podía porque el carro tenía reserva de dominio hasta que se termine de pagar. Me propuso hacer un documento de "promesa de venta" en una notaría: ella me daría una cantidad y se comprometía a cubrir las mensualidades al banco, y cuando terminara de pagarlo, yo le haría la carta de venta. Hicimos el documento, me dió algo de efectivo, y allí terminó todo.

La situación económica ya era imposible de soportar, así que mi esposa y yo nos vimos obligados a dejar el país en busca de nuevas oportunidades.

La doña no pagó un maldito dolar al banco, y más bien le VENDIO el carro a alguien, quien hasta el día de hoy lo tiene en uso. Yo nunca pude hacer algo al respecto por estar tan lejos, y más bien me ha tocado pagar multas por infracciones de tránsito cometidas por el "propietario", porque el carro sigue matriculado a mi nombre ante el ente de tránsito, y los vigilantes multan la placa y no se toman la molestia de pedir papeles al que maneja, seguro porque les pasan "un billetito"!

Lo que hizo la señora del cuento es un ROBO descarado: vender un carro que no era suyo! Y las autoridades dicen que no se puede hacer nada, que no hay constancia de robo y que yo no puedo probar nada! Pienso: y si un día el tipo que maneja el carro atropella y mata a alguien, seré yo quien vaya a la cárcel porque no se ha hecho cambio de propietario? Y la vergonzosa situación continúa porque no hay un policía honrado que detenga al tipo ese, le pida pepeles del carro y lo identifique y compruebe que NO ES LEONARDO ARGUDO!

Es la triste historia del Chevrolet Corsa y la impunidad de quien se lo robó y vendió, y de quien lo "compró". Y ya son veinte años de esta tragedia!

Por decencia me abstengo de poner aquí el nombre de la ladrona.

New York, Junio 14, 2022

Ivan.  


 

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