Owen

Existen en nosotros sentimientos encontrados que van de un extremo a otro. Desde una inmensa alegría hasta la más profunda tristeza. Qué ocasiona algo así? Veamos.

El 13 de mayo de 2016 en la noche nos cubría una espesa nube de incertidumbre. Nilita debía abandonar el Hospital Mount Sinai y marchar a casa a la espera de que encuentren un órgano compatible para ser trasplantada. Eso implicaba una situación muy peligrosa, dado su estado de salud que la mantenía al borde de la muerte. Sabido es que muy difícilmente se encuentran órganos, y muchas personas fallecen en la espera. Mas, he allí que alrededor de las once de la noche, cuando finalizaba la diálisis que le estaban practicando previa a su egreso, aparece un grupo de médicos que, de urgencia, pedían que la desconecten porque tenían que llevarla. Así fué, y mientras la transportaban ella pregunta a dónde la llevan y una doctora le comunicó que iban a cirugía. Muy sorprendida pregunta por qué, a lo que le responden: "Hemos encontrado un hígado para tí". Sorpresa mayor. Le informaron que se trataba de un joven de 20 años que había fallecido por un problema del corazón, que había sido un chico completamente sano, ninguna enfermedad contagiosa, que... No quiso saber más y les dijo: "No me digan más; pónganmelo".

La cirugía, de alto riesgo, duró algo más de seis horas, entre las doce de la noche y las seis de la mañana. Exito absoluto! El equipo de trasplante, tan humano como profesional, llevó a cabo la operación sin ningún inconveniente. A las siete de la mañana del 14 de mayo de 2016 era instalada en el área de cuidados intensivos. Como es de imaginar, alegría absoluta de quienes amamos profundamente a esta mujer guerrera, valiente y decidida, que jamás se quebró, que jamás se dió por vencida.

Algo más de un año después, conocimos a la familia del donante, Owen Muller, quien fue un joven ejemplar en todo sentido, maravilloso ser humano, extraordinario hijo, hermano, nieto, sobrino, primo, amigo. Todos quienes lo conocieron y lo trataron, no mezquinan elogios para él por haber sido tan maravillosa persona. Poco a poco nos hemos ido familiarizando con él, conociendo anécdotas de su corta pero fructífera vida, de sus acciones en favor de los demás, de su desprendimiento y solidaridad, imaginándolo mirando cientos de fotos suyas que su madre, Jean Muller, atesora con inmenso amor. Así hemos hemos aprendido a amarlo como a un hijo o nieto o sobrino... amor que cada día es mayor, lo que ha originado esa gran tristeza que significó su partida. Duele tanto que un chico como él haya muerto, cuando tenía toda una vida por delante, cuando estaba destinado a grandes cosas y obras a favor de otros. Su gran legado empezó cuando decidió ser donante de órganos, lo que salvaría otras vidas, voluntad que su madre y familia respetaron totalmente.

Owen, eres nuestro Héroe, nuestro Angel, nuestro ejemplo.

Se entiende lo de inmensa alegría y profunda tristeza?

New York, NY, abril 15 de 2019

Ivan Leonardo Argudo

Composición gráfica realizada por Jean Muller, con cuatro instantes de Owen, y ella con Nilita en una muestra de amor eterno.