En los primeros meses de 2013 se inauguraba Teatro Vanguardia USA en New York con la brillante Farsa de José Martínez Queirolo, "Q.E.P.D.", en una pequeña salita del Alto Manhattan. Actuamos, Marisol Carrere como Enriqueta de Ruibarbo, y yo como Simon Ruibarbo. Casi no tuvimos público, pero quienes asistieron salieron muy satisfechos y nos hicieron muy buenos comentarios.
"Q.E.P.D."
Por qué, después de vivir tantos años acá, desde 2002, hubo de pasar tanto tiempo para crear Vanguardia? Sencillo: porque desde 2003 en que debuté en "El enfermo imaginario" de Moliere, con "Tocando Puertas" de Edison Carrera, y que "casi" me gano un ACE como Actor de reparto, jamás conté con ayuda alguna para tener mi propio grupo. No conocía mucha gente de Teatro, y los que conocía estaban muy dedicados a sus propios grupos y no iban a "distraerse" colaborando con el "recién llegado". Si bien es cierto que tuve algunas oportunidades como Actor en "Tocando Puertas" y con Manuel de Sabatini en un par de ocasiones que estuvo por New York, a quien Cecill Villar le informó que yo estaba viviendo acá, quien de inmediato le pidió que me localizara, pues había trabajado con él en decenas de comedias en Guayaquil y teníamos una magnífica relación. Aparte de eso, un par de montajes para uno de los festivales que Cecill organizaba en el Teatro Red Carpet: "Cuestión de vida o muerte", de Martínez Queirolo con Carrera, y "Abuelas de boda", de Dinorah Coronado con su grupo. Ambos fueron grandes éxitos, con sala llena y la mejor crítica. Había dejado una muy buena impresión como Director.A partir de ahí... sólo puertas cerradas. Se había regado el rumor de que yo era muy mala persona, que no me interesaba el Teatro sino el dinero, que trataba muy mal a los actores con gritos e insultos, etc. Creo que nada de eso era verdad. Me considero un buen tipo. Un buen Director. Es verdad que a veces he perdido la paciencia y hasta he gritado, pero jamás un insulto, un agravio a un actor.
No sé. Me suena a impedir la competencia. La táctica del mediocre: rebajar al mejor a su nivel para vencerlo.
Llegué a la conclusión de que sólo tendría mi propio grupo cuando tuviera dinero para hacerlo realidad.
He ahí la razón-respuesta a la pregunta inicial.
En 2013 tramité mi jubilación en mi país y recibí una cantidad interesante, lo que me permitió crear Teatro Vanguardia USA a un costo bastante alto. Pero nació. Y con buenos augurios.
En el mismo año puse en escena "Penélope", de Jorge Dávila Vázquez, con la gran actuación de Yolanny Rodríguez; esto fué en Producer's Club Theaters, en pleno Times Square. Nuevo éxito, muchos aplausos y buena crítica. Por supuesto, saldo en contra en lo económico.
En 2014 dos temporadas: primero "Repercusiones" y "La Orgía", adaptaciones mías de obras de Enrique Buenaventura. Mucho público, Premios, magnífica crítica. Pero... saldo en contra otra vez. Y segundo un doblete cómico con "Cuestión de vida o muerte" y "Confesiones de Lola". Muchas risas, algo de público y... ya saben.
"Repercusiones"
"La Orgía"
En 2015 vino mi mejor trabajo: "El Barco Ebrio", de Dávila, con un gran elenco. Tuvimos mucho público, verdaderas ovaciones de pié, excelente crítica y varios Premios ACE y HOLA. Hubo gente que la vió dos veces. Sin embargo, el resultado económico volvió a ser negativo.
"El Barco Ebrio"
Finalmente, en 2016, había iniciado el montaje de "Toda esta larga noche", de Jorge Díaz, con Jhon Franch como Asistente de Dirección. Se presentó algo muy grave que cambió totalmente las cosas. Mi esposa enfermó gravemente y hubo de ser internada en el Hospital Mount Sinai donde, el 14 de Mayo sufrió un trasplante hepático. Le pregunté a Jhon si se atrevía a continuar el montaje, lo que hizo sin dudarlo. Todos esos terribles días yo pasaba del Hospital al Teatro, ayudando en lo posible a Jhon. La obra gustó mucho, tuvo buena crítica y algunos premios, incluído un ACE para Jhon Franch como Director Revelación. Por cierto, todo el mérito para este joven teatrero colombiano.
"Toda esta larga noche"
El resto ya es historia. Perdí todo el dinero de mi jubilación más una donación que había dejado una gran amiga mía fallecida. Volví a buscar ayuda entre gente vinculada al Teatro, antiguos y nuevos conocidos, pero inútil. Cada quien está en lo suyo. Y no es que haya andado pidiendo dinero, eso no lo haría jamás! Se trataba de coproducir con quienes tienen sala propia o ciertas facilidades, de colaboración institucional, de algo de publicidad, pero no. Siempre no. Y como además, y lo más importante, tengo que cuidar de mi esposa, estar por y para ella ahora más que nunca, el 1 de Enero de 2017 decidí decirle adiós al Teatro. Ya son tres años y, créanme, no lo extraño. Es como haberme liberado de un mundillo de mediocridad, envidias e hipocresías que me hacía daño.Hoy soy libre y con mi frente bien en alto puedo decir: presenté buen Teatro en New York, y no le he quedado debiendo un centavo a nadie.
New York, Enero 8 de 2020
Ivan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario