TREINTA AÑOS!

Han pasado treinta años desde el día que nos conocimos. Fué el 25 de Julio de 1990, alrededor de las 9 de la noche, en las afueras del Auditorio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil.

Mi amigo el "Chino" Galecio y yo habíamos finalizado una clase de Actuación en la Universidad en la que dictábamos un Curso de Teatro para alumnos de la misma; me disponía a irme a casa, cuando el "Chino" me dijo que mejor vayamos a la finalización del Festival Internacional de Teatro que se desarrollaba en Arquitectura en Homenaje a la Fundación de Guayaquil.

YO - No, chinito... estoy muy cansado; me voy a casa. Nos vemos mañana. 

EL - Vamos, no seas turro. Hoy es el último día...

YO - Pero es que ya es muy tarde, ya no vamos a ver nada.

EL - Vamos. Así conocemos actores de otros paises y dialogamos sobre sus métodos y experiencias. Vamos.

No sé qué demonios tiene este Galecio que siempre termina por convencerlo a uno. Así que fuimos. La cosa estaba como me la imaginé: repleto, con gente de pié hasta fuera del Auditorio. Imposible entrar.

En unos minutos se escucharon aplausos y la gene empezó a salir. Nos quedamos parados en la explanada frente al Auditorio a mirar quienes salían y ver conocidos para al menos saludar y conversar un poco.

En medio de tanta gente pudimos distinguir a Rodrigo, uno de los alumnos del Curso, que venia acompañado de dos damas. El también nos vio y se acercaron. Saludos de rigor, sonrisas, las miradas bobas del caso.

RODRIGO - Nilita, él es Ivan, mi Profesor de Teatro; Ivan, ella es Nilita, mi tía.

ELLA - Mucho gusto.

YO - El gusto es mio! Así que usted es la tía, el "ogro"?

ELLA - (Abriendo sus enormes ojos) Cómo?!

YO - (Estupidizado, tratando de "sacar la pata") Je je... es una bromita, nomás... no me haga caso. Es que como el flaco me ha contado lo dura que es usted con él...

ELLA - Dura? No es así; simplemente no permito desórdenes. Le enseño a ser responsable.

Rodrigo, el "Chino" y la otra dama sonreían nerviosamente, y yo, como un perfecto idiota, llenándome de excusas y elogios a la bella tía. Para mi buena suerte, ella empezó a entender mi "bromita" y terminó por sonreír amablemente y continuar la conversación junto a su amiga (colega) Teresa y los demás presentes. El tema principal fue, por supuesto, el Teatro: lo que vieron en el Festival, como les gustaba esta actividad artística, lo que hacíamos nosotros, y claro, lo que hacían ellas. Su profesión, Ginecología, colegas de muchos años y amigas entrañables. 

Felizmente todo terminó muy bien; había nacido una nueva amistad. Rodrigo y las dos señoras se marcharon por su lado, y el "Chino" y yo por el nuestro, comentando el incidente, las reacciones, las risas y el impacto causado por la tía. 

YO - Que bonita es la tia del flaco, verdad?

EL - Si, es muy guapa. Y se ve que se maneja un carácter bien fuerte.

YO - Es verdad. Estuve a punto de arruinarlo todo con mi mala costumbre de hacer bromas ante personas que no me conocen.

Y seguimos el camino, nos despedimos, y cada quien a su casa. Yo, por supuesto, no pude quitarme de la mente la imagen de esa bella mujercita, menuda pero bien templada en su carácter y personalidad. Me gustó... y no podía olvidar sus enormes ojos que me clavó en plena frente, en el medio de los míos. Sonreí, y me fui a mi casa.

Treinta años ya. Increíble pero cierto. Hoy, 25 de Julio, Día en que se recuerda la Fundación Española de Guayaquil, conocí a esa bella mujer que ha sido mi soporte en las buenas y en las malas, mi causa y efecto, mi compañera ideal, el Amor de mi vida para siempre.

New York, Julio 25 de 2020

IVAN

Fotos de diverso tiempo y ocasión.