LA NUEVA VIDA

 

Composición gráfica creada por Nila Murillo.

Cuatro imágenes del Príncipe de otro mundo, y en el centro,

Jane y Nilita. 

Ella es Nila Murillo-Argudo. A inicios de 2016 se encontraba en una situación de salud sumamente grave. Fué internada de emergencia en el Mount Sinai Hospital. Diagnóstico: Cirrosis hepática de origen desconocido. No habían posibilidades de recuperar su salud a base de tratamientos. Unica salida: trasplante de hígado! 

Este es uno de los procedimientos más complicados en la medicina moderna, pues se trata de una cirugía de alto riesgo, que bien puede finalizar en la muerte del paciente. Otra, y quizás la más difícil, encontrar la donación de un hígado sano que cumpla con todos los requisitos para un trasplante, entre otras cosas que sea compatible con quien va a recibirlo. Por último, esperar que no se produzca un rechazo del organismo del receptor ante un órgano "invasor".

Misión casi imposible. Miles de personas han fallecido esperando encontrar donantes de hígado. Muchas de estas personas millonarias a quienes no les llegó la oportunidad de una nueva vida.

Nilita permaneció hospitalizada por más de cinco meses, con un breve intervalo en que fué devuelta a casa. Tuvo excelentes atenciones del personal médico, auxiliares, miembros de los equipos del área, trabajo social y demás del Mount Sinai.

Su enfermo hígado producía amonio en cantidades enormes que complicaban mucho más la situación. Recibía diálisis dos y tres veces por semana debido a que sus riñones estaban siendo dañados seriamente, y se llenaba de un líquido muy perjudicial en su interior, lo que originaba una terrible hinchazón que amenazaba con cobrarle su vida.

Cuando todo parecía perdido, y una noche en que le habían dado el alta para que vaya a esperar en casa algun donante (y posiblemente la muerte), un equipo de profesionales del área de trasplantes llegó al lugar en que le estaban practicando una diálisis. Ordenaron la desconecten y se la llevaron urgentemente a quirófano. Había aparecido un donante! Le informaron que se trataba de un hombre, sano, de apenas veinte años de edad. Ella dijo: "No se hable más. Que me trasplanten".

La peligrosa operación se inició en la media noche entre el Viernes 13 y el Sábado 14 de Mayo de 2016.

En la mañana ya estaba en el área de recuperación. Su nuevo, joven y vigoroso hígado empezó a trabajar al máximo. Tanto, que aunque se había vaticinado que tendría que tener un trasplante de riñón porque los suyos estaban inutilizados, a los pocos días se habían recuperado y trabajaban normalmente. Ese nuevo hígado se adaptó maravillosamente bien a su organismo y le salvó la vida.

El donante, nuestro bien amado Príncipe de otro mundo, Owen. Su decisión de ser donante de órganos, aceptada por su madre Jane, salvó la vida de Nilita. Dicho en otras palabras, le proporcionó una nueva vida. Gracias, Owen. Estás y estarás en nuestros corazones por el resto de nuestras vidas.

New York, Mayo 14 de 2021

Ivan.