lunes, 10 de septiembre de 2018

Nuestra historia, Parte 5


HECHOS

Durante nuestra estadía en USA han ocurrido hechos de diferente índole; desde grandes alegrías, hasta tragedias desoladoras.

Entre las primeras puedo citar los mejores momentos con Teatro Vanguardia, las presentaciones de excelentes producciones que lograron un gran impacto en público y críticos como "Q.E.P.D.", con la actuación de Marisol Carrere, brillante Actriz colombiana radicada en New York, con quien compartí escena con enorme satisfacción. "PENELOPE", con Yolanny Rodríguez, Actriz dominicana de grandes ejecutorias, y que sacó el personaje de "Chabelita", una mujer cuencana (de Cuenca, Ecuador) de clase media, como si fuera ecuatoriana. Quedó tan bien el montaje, que pudo presentarse en diferentes escenarios de New York, Massachusetts, Indiana y Rep. Dominicana. "REPERCUSIONES...", con un gran elenco internacional y que obtuvo muchos premios y excelente crítica. "EL BARCO EBRIO", una puesta en escena memorable, con verdaderas ovaciones del público, de pié, y una buena cosecha de premios. Con la producción de esta gran obra, tuvimos la visita de Jorge Dávila Vázquez, su Autor, a quien invitamos al estreno mundial de su Obra. También fueron momentos memorables las ceremonias de entrega de Premios ATI, Premios ACE y Premios HOLA, con los que fuimos distinguidos a lo largo de esos cuatro años. Y de mayor impacto a todo nivel, haber conocido a la familia del donante del órgano que le permitió a mi esposa continuar viviendo, caso que será tratado especialmente en otro momento.

Los otros, los dolorosos, los que nos destrozaron emocionalmente, fueron los fallecimientos de nuestras madres en dos momentos que nos dejaron desolados, deshechos.

Primero partió mi suegra, la madre de mi amada Nilita, Doña Rosa Toa Farfán de Murillo, dejándonos sumidos en el dolor y el desconsuelo. Qué terrible momento! No pudimos asistir a su sepelio por diversas circunstancias, incluída la económica. Creo que este acontecimiento nos unió más aún, considerando que yo era el único consuelo para mi esposa. Y su mamá nunca fué una suegra para mí: era otra madre que la vida me había concedido, porque entre ella y yo reinaba el amor y la comprensión, así que sufría también la partida de una madre. De todos modos, traté de ser fuerte, de darle ánimo a Nilita, con no muy buenos resultados porque terminaba yo también quebrado. Era Noviembre 16 de 2004.  

Enero de 2008 parte mi madre. Las mismas circunstancias. Imposible asistir por condiciones similares. El tremendo dolor se repite y como cuatro años antes, nos consolábamos los dos, uno al otro, solos como siempre.

La otra fué durante el suplicio al que era sometida Nilita en el Hospital, no porque quisieran hacerlo así, sino porque la situación lo exigía: exámenes, diálisis, inyecciones, parasintesis, radiografías, sonogramas, todo! Ella los padeció con un valor que nunca pude entender: de dónde sacaba tantas fuerzas esta mujercita? Qué valiente fué todo ese tiempo. Ella me daba ánimo a mí, me juraba que nada iba a pasar, que no se iba a morir, que no llore. Pero todo lo que le dicen a uno en los hospitales, los folletos que te dan, los "casos" que han ocurrido, que lo más difícil es conseguir un órgano para el trasplante, que hasta millonarios han muerto en la espera, etc. te hacen pensar lo contrario. Todo el tiempo estuve sufriendo al pensar que se me iría, que la perdería. Fueron cuatro meses de vivir con el corazón estrujado. Y estoy seguro que ella también, pero lo disimulaba muy bien. Cuatro meses! Y solos. Siempre solos! (*) Y la noche que apareció el órgano compatible.... Con qué tranquilidad me llamó a decírmelo y a "ordenarme" que me quede en casa en Hackensack, que no vaya, que llame e informe a las personas que ella me había anticipado, y que vaya a primera hora de la mañana a verla en Terapia Intensiva! Como si nada!

El resto de la noche lo pasé en vela. Por mi mente pasaban mil cosas terribles. Lo que me habían dicho médicos y enfermeros(as) era para descorazonar a cualquiera: que es una cirugía mayor de alto riesgo; que muchos pacientes no resisten y se quedan allí mismo, en el quirófano, que.... Y me la imaginaba allí, solita, en manos del equipo de cirujanos y especialistas, soportando semejante cirugía.

Madrugué. Tomé el primer bus a New York. Volé al hospital al área de Ciudados Intensivos y, allí estaba ella, prácticamente "crucificada", pero con un resultado maravilloso! La operación fué un éxito, todo estaba bien; duró seis horas, cuando el promedio es de diez horas. El trasplante había sido realizado sin ninguna dificultad, y el hígado que le trasplantaron había sido de un hombre joven, de 20 años, sin problemas de alcohol ni drogas ni enfermedades infecto contagiosas, fallecido por problemas cardíacos.

Me he referido a lo más sobresaliente. Hay muchos pequeños detalles de hechos felices, no tanto, tristes, no tanto. Y muchas anécdotas que tendrán su propia entrada en este Blogg.

(*) Aunque ya lo dije antes, quiero reiterar que nuestra soledad es la de dos seres que no tienen a nadie como familia; que tienen amigos, pero que ellos no  tienen la obligación ni el tiempo para estar con uno todos los días y todas las horas. Que sí hubo y hay personas que dedicaron y dedican parte de su valioso tiempo para acompañarnos, lo que agradecemos y agradeceremos siempre.

IVAN.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comentando: "SUSURREO"

Comentando: "SUSURREO":   Se ha dado en las producciones españolas de televisión la modalidad del "susurreo".  ¿Qué es e...