Lunes, 26 de Noviembre de 1990, Guayaquil, Ecuador. Oficinas del Registro Civil, sur de la ciudad. Grupo de amigos y familiares. Los contrayentes. Risas, bromas, anécdotas. Algo de nerviosismo y la espera de ser llamados por el encargado de la ceremonia civil. Medio día.
Llega el momento esperado. Llaman a los contrayentes por sus nombres y los invitan a pasar a una pequeña sala con un escritorio y un amable joven atrás de aquél.
Da lectura formal al Acta mediante la cual la pareja acepta y promete unirse ante la ley de los hombres y formar un hogar estable y con el respeto mútuo, amor y responsabilidad que ésto conlleva.
Pide a los contrayentes firmar el Acta Matrimonial, acción que realizan entre aplausos de los testigos y amigos presentes, sin que falte la consabida broma del "Chino" Galecio:
"Arrepiénte, Ivancito. No firmes... no firmes. Estás a tiempo de arrepentirte". Risas, más bromas, y hasta el celebrante se ríe de buena gana.
Los Novios firman el Acta muy contentos, entre aplausos y "vivas" de los presentes.
Pero... quiénes eran todos ellos?
La Novia, Nila Murillo Farfán, Nilita.
Testigo, Rodrigo Rodríguez Carrera, "Flaco".
Representante de la Familia, Myrna Murillo Farfán.
El Novio, Leonardo Argudo Macías, Ivan.
Testigo, José Vicente Galecio Franco, "Chino".
Representante de la Familia, Gastón Sotomayor Macías.
Fué algo íntimo. Después de la ceremonia partimos en la camioneta de Gastón hacia el centro de Guayaquil, concretamente al Restaurant chino "Mayflower", de mucho prestigio en la ciudad. Se sirvió un Bufete que fué del agrado de todos, se brindó por la felicidad de los recién casados, se charló animadamente en medio de bromas y la alegría de todos.
Capítulo aparte merecen los testigos. Ah! Es que no se iban a librar por ser los "culpables" directos de esta unión. Así que los comprometimos designándolos nuestros testigos. Y como se sabían responsables de todo, tuvieron que aceptar. Quienes leyeron entradas anteriores recordarán cómo fué que nos conocimos Nilita y yo aquél 25 de Julio en la Explanada de la Facultad de Arquitectura. Así que el "Flaco" Rodrigo y el "Chino" Galecio tenían que "pagar" su culpabilidad. Y pagaron!
No, mentira. Son dos seres que amamos mucho y a quienes agradecemos muy de veras por haber hecho posible conocernos, enamorarnos y casarnos, formando nuestro Hogar que justamente hoy llega a los 30 años; que hemos disfrutado mucho cuando fué posible; que hemos sufrido tanto los reveses que nos golpearon con el feriado bancario y otras circunstancias; que pasamos los momentos más duros y dolorosos cuando Nili fué internada en el Hospital Mount Sinai con un gravísimo problema hepático, necesitando urgentemente un trasplante; que hemos sido felices a nuestra manera con amor, paciencia y comprensión. Que nunca nos hemos quebrado, que jamás hemos tenido una discusión y menos una pelea, que nos hemos levantado con dignidad y valor. Que no sabemos cuántos años más vamos a estar juntos físicamente, porque lo nuestro espiritualmente es para la eternidad.
Así que Rodrigo y Franco, ustedes son parte muy importante de nuestras vidas. Gracias, queridos!
Lo último por el momento. Publico esta entrada sin fotos? Pero, cómo? Por qué?
Ay gente! Porque a nadie se le ocurrió llevar una cámara fotográfica al acontecimiento! Y claro, como entonces los primitivos celulares que existían a duras penas comunicaban; parecían un ladrillo y por supuesto no tenían cámara como los de hoy, a más de que costaban medio ojo de la cara.
Esa fué la razón.
New York, Noviembre 26 de 2020
IVAN
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